Última actualización: 20 octubre, 2025
La debida diligencia es uno de los pilares del sistema de prevención de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (LA/FT). Su objetivo es claro: conocer al cliente, entender el origen de sus fondos y evaluar el riesgo que representa para la organización. Sin embargo, no todos los clientes ni operaciones implican el mismo nivel de riesgo. En este blog te contamos cómo diferencia la debida diligencia de la debida diligencia reforzada y cómo aplicarla correctamente.

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Debida Diligencia (DD): El estándar básico
Se aplica a todos los clientes y relaciones comerciales. Implica:
- Identificar y verificar la identidad del cliente.
- Determinar al beneficiario final.
- Conocer la actividad económica y el propósito de la relación.
- Evaluar el riesgo de LA/FT asociado.
- Realizar monitoreo continuo y actualizaciones periódicas.
👉 Su finalidad es obtener un conocimiento razonable del cliente y detectar inconsistencias o alertas tempranas.

Debida Diligencia Reforzada (DDR): Un nivel adicional
Se aplica cuando el cliente, producto, canal o país presentan riesgo alto, o cuando la legislación así lo exige (por ejemplo, ante Personas Expuestas Políticamente – PEP, jurisdicciones no cooperantes, o operaciones inusuales).
Incluye medidas adicionales como:
- Requerir información y documentos sobre el origen de los fondos o de la riqueza.
- Aprobación de la relación comercial por un nivel jerárquico superior.
- Monitoreo intensificado de las operaciones.
- Revisión más frecuente del perfil del cliente.
- Mayor seguimiento documental y trazabilidad de cada análisis.
El objetivo no es penalizar, sino mitigar los riesgos que podrían comprometer la integridad del sistema financiero.

⚖️ Enfoque Basado en Riesgo (EBR): el marco común
La diferencia entre DD y DDR se entiende mejor bajo el Enfoque Basado en Riesgo (EBR):
- Cuanto mayor es el riesgo, más profundo debe ser el conocimiento del cliente y más estrictos los controles.
- Esto permite asignar recursos de manera eficiente, priorizando los casos que realmente representan amenazas.

En resumen
- DD: para todos los clientes.
- DDR: para los de alto riesgo.
- EBR: la estrategia que define cuándo aplicar cada una.
Ambas son indispensables para un programa de cumplimiento eficaz, trazable y defendible ante una auditoría o inspección.
