Última actualización: 29 abril, 2025
Contar con un modelo de gestión de riesgos sólido es esencial para prevenir delitos como el Lavado de Activos (LA), el Financiamiento del Terrorismo (FT) y el Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva (FP). La Autoevaluación de Riesgos cumple un rol fundamental en este proceso, ya que permite a las organizaciones entender su propio perfil de riesgo y diseñar estrategias de mitigación eficientes.
Pero ¿qué recursos son indispensables para llevarla a cabo? Las personas y los recursos tecnológicos El éxito del proceso depende en gran medida del entendimiento que tenga la alta dirección sobre los riesgos del negocio, y de la asignación de recursos que surja a partir de ese entendimiento. A continuación, repasamos las etapas clave para realizar una adecuada Autoevaluación de Riesgos.

Las 6 etapas de una Autoevaluación de Riesgos
¿Qué se necesita para llevar a cabo una Autoevaluación de Riesgos? Primero, una metodología clara. Aunque en algunos países latinoamericanos la normativa ofrece un esquema paso a paso, en muchos casos es necesario apoyarse en buenas prácticas y experiencias del sector.
1. Concientización del riesgo de LA/FT/FP
Todo comienza por entender las amenazas y vulnerabilidades del negocio, tanto internas como externas. Este análisis debe ser profundo: no basta con evaluar el cumplimiento de procedimientos, sino que se deben identificar los riesgos asociados a productos, servicios, canales, zonas geográficas y clientes.
Es importante recordar que los riesgos colaterales (operativos, reputacionales o legales) son una consecuencia de una mala gestión del riesgo de LA/FT/FP, no el riesgo en sí.

2. Identificación de factores de riesgo
En esta etapa se responde a una pregunta central: ¿cuáles son las fuentes de riesgo?. El análisis, siempre basado en riesgos, debe considerar clientes, colaboradores, inversores, proveedores, socios comerciales, zonas geográficas, productos, servicios y canales de distribución.

3. Determinación del impacto
Una vez identificadas las fuentes de riesgo, se evalúa su impacto en el negocio utilizando indicadores cualitativos, cuantitativos o mixtos. Así se determina si el riesgo de exposición es alto, medio o bajo, lo que servirá como base para definir los controles mitigantes.

4. Definición del perfil de riesgo del negocio
El resultado de las etapas anteriores debe plasmarse en un documento que establezca el perfil de riesgo empresarial. Este debe ser aprobado por el Directorio e incorporado en el Plan Estratégico del negocio.
Aquí se refleja la exposición del negocio a ser utilizado como vehículo para el Lavado de Activos o el Financiamiento del Terrorismo.

5. Tratamiento del riesgo
Esta es la fase de implementación de controles mitigantes. Incluye:
- Segmentación: distinguir entre riesgos propios de LA/FT/FP y riesgos de cumplimiento.
- Alertas: parametrizar alertas no solo según la normativa, sino también según los riesgos detectados en la autoevaluación.
- Perfilamiento del cliente: determinar su capacidad económica, financiera, patrimonial y tributaria para identificar desvíos operativos.
El objetivo es detectar operaciones inusuales y reportarlas oportunamente a los organismos pertinentes.

6. Validación del sistema
Finalmente, es imprescindible validar la eficacia y eficiencia del sistema. Esto implica comprobar si detecta operaciones sospechosas de manera oportuna, si cuenta con los recursos adecuados y si los equipos están capacitados.
La validación debe considerar los resultados de revisiones externas, auditorías internas y controles regulatorios.
- Eficiencia: controles que cumplen con su objetivo concreto.
- Eficacia: procedimientos cumplidos (por ejemplo, perfiles actualizados).
Reflexiones finales
- La comprensión del riesgo del negocio es el objetivo primordial de la autoevaluación.
- El modelo de gestión de riesgos debe ser dinámico, proporcional al tamaño y características de la organización, y capaz de evolucionar junto con el negocio.
- El modelo no termina en la implementación: debe estar operativo, detectando y mitigando riesgos en tiempo real.
Por eso, contar con el apoyo institucional y con herramientas tecnológicas especializadas es vital para sostener un sistema de prevención eficaz y eficiente.
En este sentido, soluciones como Compliance One de Worldsys permiten realizar una gestión inteligente del riesgo, parametrizar alertas específicas y dar soporte integral al oficial de cumplimiento, adaptándose a las necesidades y particularidades de cada organización.
Con Compliance One es posible aplicar control de Listas de Informados (PEPs, REPET y Sujetos Obligados, entre otras fuentes), KYC (Know Your Customer), Matrices de Riesgo, Monitoreo de Alertas y Perfil Transaccional. Pero también, pueden aplicar control de Reportes a organismos reguladores entre otras funciones que ofrece nuestra plataforma. Además, la herramienta se mantiene constantemente actualizada ante cambios en las instrucciones operativas, fechas y formatos de presentación.
